miércoles, 10 de junio de 2020

" Pisando la hierba "

Ayer me tuve que comprar un ordenador nuevo, el otro llevaba un tiempo dando señales de que iba a durar poco, todo comenzó con la anarquía de la h que no respondía cuando la daba suavemente con el dedo de la mano derecha, porque yo solo utilizo dos dedos para escribir, el dedo corazón de la mano derecha y el de la izquierda, si me vengo muy arriba entonces se me escapa otro de los de la derecha pero dejo de usar el corazón. Es lo que tiene haber aprendido a lo bruto.

La anarquía de la h me causó muchos problemas, sobretodo con las tareas, informes y todo lo que tenía que ver con mi trabajo, me hacía aporrear la tecla hasta casi considerarlo maltrato o tortura.

Después de un tiempo me dolía el dedo y me daba la sensación de que la tecla se reía de mi.

Durante estos meses el ordenador empezó a sonar igual que las casa antiguas en las pelis de terror y cada vez que le abría un crrrr en uno de los lados de la pantalla taladraba mis oídos. No era el mejor momento para escuchar algo así, trabajo todo el día con él y toda la documentación está dentro, actualmente mi ordenador tiene más valor que la reserva federal de los Estados Unidos en las películas cuando Bruce Willis y todos sus amigos las defienden de los malos.

Si la pantalla y todos los cables que tienen dentro se rompen es como si le cortamos la cabeza al dragón, el caos me invadiría.

El caso es que ayer mi adorado informático que me conoce mejor que su esposa que es además de amiga, compañera de trabajo y de andanzas tribunaleras, que contaré otro día, ayer me trajo un pc nuevo.

Para mi ha supuesto un alivio en cuanto a poder trabajar y no perder toda la documentación que he guardado en varios drives, usb, y memoria del nuevo pc, además de dejarlo en el otro que aún resiste.

Pero ahora hemos dejado de aporrear la h para pasar a tener que volver a mirar el teclado porque mis dedos se dirigen a donde antes estaban las teclas que yo ya me sabía y en este están ligeramente separadas y me salen palabras sin sentido, tildes solas en medio de un texto y renglones que no se completan. Anoche intentando copiar y pegar un simple texto terminé insultando al teclado.

Y es que a mi los cambios no me gustan, soy animal de costumbres, de café con leche fría para desayunar, otro café a partir de las once de la mañana que ya hasta tengo el regustillo en la boca a esa hora, de peli a las 22,30 de la noche con mantita en el sofá y de veranos con los pies en la hierba OTWT#89_Walking barefoot in the grass. Caminar descalzo sobre la ... regada, con mi trono silla, mi libro y los amigos, que nos vamos moviendo a lo largo de la tarde buscando la sombra de las palmeras en nuestra mini parcelita en la piscina a la que llevamos yendo más de 20 años.  Y cambiando de zonas dependiendo de las necesidades.

Comenzamos en la zona de pinos en plan novios, porque estaba más retirado de todos y cerca del bar, pasando luego por los sauces llorones que daban sombra para que los bebés estuvieran tranquilitos, a la zona de piscina infantil, a tiro de piedra por si las fieras no controlaban el equilibrio y después a la zona de control y voces para que los críos no hicieran el tonto, desde hace unos años estamos en el fondo norte, la zona de vengo sin hijos y no hay mucho ruido para poder leer o hablar con los amigos mientras nos bebemos un café con hielo.

Este verano peligra esa costumbre y no dejo de pensar en ello, en no poder descalzarme y pisar la hierba, en no poder hablar de críos, sobre todo o de clases, porque los profesores ni en verano lo dejamos, pero eso es deformación profesional, además ninguno jugamos al golf.

Y me angustia tanto cambio, mucho más que el haber estado en casa encerrada durante meses, me angustia el no volver a la rutina, el tener que cambiar mi chip de toda la vida y salir de mi zona de confort.

Me da miedo hacer algo que perjudique a todos los que me rodean. " Miedo a salir del nido" me dijeron el otro día que se llamaba la sensación, es como cuando te rompes una pierna y cuando te recuperas vas caminando como un pato pensando en donde pones el pie para que no te vuelva a pasar, yo he pasado por eso hace unos meses y me costó salir, de hecho he tirado muchos de los zapatos que tenía porque no me parecían seguros y ahora solo uso botas altas que llevan mis pies atrapados con medidas de seguridad similares a las que utiliza un alpinista.

Creo que vamos a tardar en volver a hacer lo que hemos estado haciendo durante años y mucho me temo que igual que voy a tener que aprender el sitio exacto en el que se encuentran las letras de mi teclado me va a pasar lo mismo con mi vida y las nuevas rutinas y si no puedo poner los pies descalzos en la hierba este verano lo tendré que hacer en el suelo de terrazo de mi casa recién regado y decir a los amigos que no hace falta buscar la sombra en el patio y podemos seguir leyendo o hablando de críos o trabajo pero con otra sensación en los pies.

Salir de la zona de confort: Un paso obligado para una vida mejor ...







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pasada de moda

 He buscado la definición de los nacidos en los 70.  Que no es lo mismo que tener 70 y pone que soy un X , no una Xman o xwoman.  Se que mis...