Este fin de semana han cambiado la hora, es un lío, cada 6 meses, un cambio.
En el reloj es fácil, pero el cuerpo se resiente, o por lo menos el mío.
Yo nunca sé si es una hora más o una hora menos, menos mal que en los teléfonos y en los pc se cambian solos y me lo dicen.
Este fin de semana tocaba perder una hora, mira que me fastidia y el tema de conversación hoy lunes en el trabajo ha sido general:
- He dormido fatal !!
- No me dormía.
- Esta mañana no era capaz de despertarme.
Y desde el domingo nos levantamos de noche y casi nos acostamos de día.
Quién les explica a los críos que es la hora de irse a la cama ??
A mi entre el cambio de hora, las flores, el polen, la primavera, me da astenia primaveral, me cansa, me duermo antes, estoy dispersa y he decidido darme unas vacaciones mentales.
He dejado el libro que me estaba leyendo, muy bonito, pero había que prestar atención a lo que se leía y además tenía 800 páginas y me he empezado a leer uno de los que yo utilizo como descanso, uno de Danielle Steel.
Es una escritora que publica libros casi al mismo ritmo que otros venden patatas, todos los libros son iguales, mujer guapa, rica, rubia, de unos cuarenta años, que se deja con su marido porque está muy comprometida con su trabajo, se enamora de uno super guay y al final se casa.
Y en esas estoy, enganchada al libro de turno, tanto que ya llevo casi 100 pág y me lo empecé ayer.
