A más de uno nos ha pasado alguna vez, querer enviar algo a una persona y terminar en manos de otro, querer contestar un correo y hacerlo con la persona equivocada, antes con las cartas era menos normal, actualmente como todo se realiza tocando una o dos teclas este tipo de errores es mucho más frecuentes.
Unas veces con serias consecuencias y otras en las que todo se queda en una mera anécdota que contar mientras tomas un café con los amigos o reposas la cena de Navidad.
Ayer a eso de las tres, cuando el hambre me hacía tener una ceguera que no es visual, más bien mental, me llegó un email con el siguiente texto:
Estimado cliente:
Le informamos que desde el 24 de Diciembre al 6 de Enero estaremos realizando inventario de nuestros almacenes, por los que nos será imposible gestionar el envío de pedidos.
Disculpen las molestias.
Un cordial saludo el equipo de ...( marca )
Con mi ceguera mental, lo único que se me pasó por la cabeza en esos momentos fueron las compras de Navidad que había hecho hacía ya unas semanas para sorprender a los míos con regalos originales y no comprados en el todo a 100, que es la única tienda que hay aquí donde vivo.
En un principio me quedé un poco tristona pensando en como iba a explicar que Papá Noel estaba haciendo inventario y que por eso no había regalos, pero poco a poco esa mala leche heredada de padre y madre fue aflorando en mi cabeza y sin pensar un solo segundo más solté la espumadera con la que estaba cocinando y decidí contestar a el email con lo siguiente:
Y qué os he comprado yo ? ( no sabía cual de todo lo que he encargado podía ser )
Sea lo que sea, seguro que ya habéis cobrado y a mi me habéis jodido los regalos de Navidad.
Que a gusto me quedé !!
Sin regalos, pero sin pelos en la lengua.
Esta mañana, antes de las nueve tenía otro correo de los del inventario:
Buenos días Lucía:
Este Email iba dirigido exclusivamente a tiendas de puericultura, pero por error técnico en nuestro sistema, se ha enviado a otros correos, entre ellos, el suyo.
Sentimos mucho las molestias y le deseamos unas felices fiestas.
A lo que no me quedó más remedio que desearles felices fiestas yo a ellos, aunque se las vayan a pasar colocando sus almacenes.
Yo no se como mi correo personal ha podido llegar a un almacén que reparte material a tiendas, porque nunca he tenido una y como no me aclaran si soy uno de sus clientes, me he quedado con la duda sobre si mis regalos van a llegar a tiempo o voy a tener que dar explicaciones a los míos.
Ya os lo contaré la semana que viene.
No pretendo ser la mejor, tampoco la más leída, solo plasmar por escrito lo que pienso, un saludo y gracias por leerme.
jueves, 19 de diciembre de 2013
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