jueves, 7 de abril de 2011

" El descanso final "


                                       
                                                               
                                                         

Siempre me ha gustado ir al cementerio, es una tradición familiar, pasear entre las tumbas, leer las lápidas, escuchar historias sobre muertos no tan muerto, un amigo de la familia que trabaja fabricando lápidas, nos cuenta más de una de esas historias, una de ellas podría ser:

Abrió los ojos, pero la oscuridad era total, no había nada, solo oscuridad.

No oía nada, el silencio era absoluto.

Respiró, pero no olía nada, su respiración era lo único que escuchaba, cada vez más agitado, cada vez más intenso, cada vez más preocupado.

Entonces pensó, intentó tranquilizarse, razonó y movió sus manos, pero al intentar estirarlas algo se lo impidió.

Era duro, resistente, pesado y estaba a pocos centímetros de su cuerpo, de su cara, de sus pies, de sus brazos.

Qué podía hacer?

Sin luz, sin escuchar, ni ser escuchado, sin espacio.

Qué podía pasar ?

El olor era conocido, era familiar, era su olor, su sudor,su respiración, pero a la vez estaba mezclado con otros que siempre le habían gustado, olor a tierra mojada, olor a tardes de lluvia, a campo.

Entonces, pensó que lo mejor era cerrar los ojos y descansar por fin

3 comentarios:

  1. a veces hay que cambiar el tercio, que hablar siempre de lo mismo aburre, criticar siempre no se debe, ser gracioso en todo momento es muy difícil y no siempre lo que se escribe es intimo o personal

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