Mal empecé el 2020 y peor lo iba a terminar ayer, comencé el año con una escayola hasta la rodilla en la que hasta entonces había sido mi pierna buena y anoche a las 23,56 todos los canales de la tele dejaron de verse, intentamos a través de una plataforma digital y nada, aunque claro que para ver a la Obregón con esas mangas de campana como las que yo tengo en mis fotos de fin de carrera o a la Pedroche con un delantal de pedrería y sin sujetador no era mucho lo que me iba a perder, pero las tradiciones son las tradiciones y en mi casa de toda la vida se ven las campanadas de la plaza de Madrid, y este año parecía que ni eso iba a poder tener, me empezó a entrar un come come por todo el cuerpo, eso no podía ser bueno, no comernos las uvas, los gajos de mandarina, los lacasitos , lo que fuese, me ponía de los nervios, tenía que despedir al año si o si.
Al final no nos quedó más remedio que verlas en tele 5, creo que ha sido la primera vez en todo el año que he visto ese canal, pero no quedaba otra, mis hijos propusieron ver a un youtuber pero aun no estoy preparada para eso.
Justo después de terminar las campanadas todos los canales volvieron a funcionar y por si acaso pusimos las de la 1, las de la 3 y las del youtuber, pero había que despedir el año.
Necesitaba decir adiós a tantas penas y tantas desilusiones y comenzar un año nuevo.
Este año no he pedido deseos, total siempre son los mismos, perder peso, los 4 kg que se han quedado desde el confinamiento me han cogido cariño y no se quieren ir, la solución ha sido sacar la ropa que estaba guardada para por si.. y comprar un abrigo nuevo que la cremallera cierre sin que los pulmones tengan que estar comprimidos sin aire.
Aprender inglés ya ni me lo planteo, es algo imposible lo descarto por el momento.
La salud de momento estamos bien, a ver si seguimos así por lo menos.
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