Hace muchos años trabajé en un pueblecito pequeño, no tenía muchos sitios para entretenerse y aun no existían los teléfonos móviles, mientras paseaba acercándome a una de las pocas cabinas de teléfonos que había me fijaba en las ventanas, en la gente que había dentro de las casas, en lo que veían en la tele y siempre me hacía las mismas preguntas, qué les gustará hacer? qué verán en la tele ? cuales serán sus costumbres y en que se diferenciarán de las mías ?
Me da la sensación de que cada familia es única, igual que no hay dos puertas iguales, no hay dos familias iguales.
Y lo que para mi puede ser muy normal, para otros algo muy raro.
Por eso me gustan las puertas, porque te enseñan otros mundos, otras vidas, otras opciones diferentes a las mías.
Lucía, para mí no es tan extraño leer una confesión como esta, y es que yo tengo una fijación con las ventanas jiji.
ResponderEliminarAl igual que tú me atraen, mi cabeza gira sola para mirar, es como presenciar por 4 ó 5 segundos una teleserie, un escenario desconocido, un mundo aparte.
Bueno, supongo que aquel que ideó los reality tomó sus inicios de ideas como estas.
Me gustó tu frase "no hay dos puertas iguales, no hay dos familias iguales".
Saludos.
muchas gracias guapa, bss
EliminarPues viendo esas puertas a mi también me gustaría mirar dentro, ver esas casas y su decoración. Saludos!
ResponderEliminarun bss Lianxio
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