" Pensando en la terraza "

Estoy de vacaciones, hace justo una semana, en teoría en vacaciones es cuando podemos hacer todas esas cosas que por razones de tiempo, de horario y de obligaciones nos resultan imposible a lo largo del resto del año, pero me he dado cuenta de que ni en vacaciones puedo hacer algunas cosas.

La semana pasada tenía programada una obra en casa, pero claro solo ha sido eso una programación, la obra sigue sin empezar, me temo que llega septiembre y seguimos igual.

Estoy pensando en ir a la agencia de viajes y pagar un viaje de ensueños, seguro que la obra empieza justo el primer día de esas vacaciones.

El caso es que aquí estoy en mi terraza, tomando una cerveza de la zona.  Hay que dar trabajo a los productores locales y como ya no fumo pues bebo cerveza de vez en cuando. ( Acabo de ver en la parte de atrás de la cerveza que está hecha en Sevilla, bueno son del país, eso también vale ), total yo fumaba rubio y aquí se cultivaba negro.

Que me disperso, sentada en mi  terraza, con el arroz con sobras de los domingos en la vitro, me doy cuenta de que ni en verano tengo tiempo de hacer algunas cosas.

Llevo años intentando volver al lugar en el que viví mis mejores años de la infancia, los primeros, los que muy seguramente me hicieron ser como soy, aunque los demás influyeron y mucho, en la infancia más temprana se fragua mucho de lo que serás a lo largo del resto de tu vida.

Curiosamente aun conservo una amiga de esos años y tengo contacto con otra a través del fb, personas a las que dejé de ver durante décadas y que el destino me hizo encontrarme con ellas después de años, como si de una peli de la tres se tratase, el destino nos unió mientras celebrábamos la boda de una amiga común.

- De dónde eres ? Pregunté yo
-De Aldeanueva, dijo ella.
- Vaya, yo conocía mucha gente de allí, viví mi infancia en una finca donde trabajaban, la dije.
- Yo también, me gritó entre risas.
- Soy Dolores !! Soy Lucía !! Dijimos las dos a la vez mientras los demás de la mesa seguramente buscaban las cámaras ocultas del reality show.

Desde ese día,nos hemos ayudado, nos hemos consolado y reído juntas porque cosas del destino vivimos a menos de 1 km de distancia una de la otra.

Pero como el destino es así de caprichoso y como dicen los de la roja y no hay dos sin tres, la tercera en discordia fue otro encuentro casual un día de pleno invierno en una calle de este pueblo en el que vivo cuando unos amigos y yo nos encontramos con una chica que trabaja con ellos, nos paramos, hablamos, miramos a todos los bebés que iban en los carritos y seguimos nuestros caminos, con el gusanillo, con la duda típica de cuando conoces a una persona pero no sabes de que.

Unos días después cuando nos volvimos a ver, cosa normal en un pueblo como este donde todo el mundo ve y controla a todo el mundo, la pregunta salió sola de mi boca.

- Nos conocemos de algo ??
Después de un rato descubrimos que en los años locos de universidad, en esa nebulosa que invade mis recuerdos, que me hace mezclar fiesta con fiesta, habíamos compartido más de una.

Desde entonces ya que por desgracia que ni las madres ni las hermanas de ninguna de las tres viven en esta localidad, me he apoyado en ellas dos, creo que casi tanto como ellas en mi, con gusto, con ganas, sin intereses ocultos, nos ayudamos en lo que podemos, nos conocemos y nos comunicamos solo con mirarnos, porque nuestra amistades han saltado distancias espaciales y temporales y se han mantenido igual o incluso mejor que hace años.