viernes, 1 de abril de 2011

" Cerrado por enfermedad "



Cerrado por enfermedad era el cartel, que colgaba de la puerta, simple, claro, explícito, ambiguo, impreciso.

Qué enfermedad amargaba a su dueño?

Qué mal le impedía abrir?

Qué le tenía postrado?

Era esa enfermedad más fuerte que él?

Era ese mal capaz de ganar?

Era el final?

O solo un paréntesis?

Cerrado por enfermedad, estaba su cuerpo, su alma, su corazón.

Cerrado, no, partido, roto, destrozado, seco, triste, amargado, humillado, pisoteado, maltratado.

Ya no podía seguir, ya no tenía fuerzas, ya no quería latir.

Cerrado, enfermo, triste, solo.

Era eso lo que sentía su corazón.

No quería seguir, no podía continuar, no se permitía latir.

Cerrado por enfermedad era lo único que pudo poner, la única explicación que se le ocurrió, lo único que podía aceptar.

Un cartel con más explicaciones hubiera sido largo, impreciso, doloroso, amargo.

Cerrado!

Estaba así, ya no volvería a abrirse, no quería, no podía, no tenía fuerzas para continuar, lo dejaría en un rincón abandonado, olvidado, sin utilizar, sin recordar, sin amar.

Enfermo!

Moribundo, sin sonido, sin ritmo, sin color, sin canción.

Cerrado por enfermedad sería ya su nombre y nunca más lo volvería a cambiar.

1 comentario:

  1. Lo malo de este cartel así como el de "Cerrado por defunción" es que nunca los pone el interesado sino sus familiares o empleados y eso tiene que ser lo "jodido", el que se refieran a tí,vamos que seas el protagonista.

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