lunes, 13 de julio de 2020

" El cántaro de leche "

Fábula corta : La lechera | Bosque de Fantasías

Iba la lechera, tralarí, tralará con su cántaro de leche fresca camino del mercado, haciendo sus planes de todo lo que iba a conseguir con el dinero de la leche, de los huevos de la gallina que iba a comprar con ese dinero y mil cosas más cuando zas! se tropezó con el coronavirus y todo se jodió.

Es más o menos así como vamos a tener que contar el cuento a partir de ahora a las nuevas generaciones.

Estaba el invierno pasado un señor recién jubilado tan contento arreglando su finca, sus olivos, cuidando a su perro, yo lo veía tan feliz y pensaba en lo bien que se lo había organizado todo, pero la vida decidió cambiar sus planes y se convirtió en un número más de la pandemia.

Parece cruel o que me he vuelto loca pero es que es lo que toca, como han cambiado los finales de los cuentos, yo que soy de planes, cuadrantes y organizar las cosas hasta con años de antelación, el otro día me puse a leer un cuento que han enviado mis jefes, los que están en los despachos con aire acondicionado sin contacto con nadie, 85 páginas de un cuento de terror, cuando iba por la pág 10 me empezaron a caer gotas de sudor por la frente, en la pág 20 empecé a ver borroso y me daban ganas de vomitar y como cuando intento ver una peli de miedo en la tele opté por cerrar el archivo y olvidarme que lo tenía en el teléfono.

Hoy me he dado cuenta que el cuento de terror al igual que el cuento de la lechera tiene la cualidad de poder cambiar el destino como esos cuentos que me compraba mi madre y que dependían de la decisión que tomase era un final u otro, solo que en este caso la decisión no la voy a tomar yo, me la van a dar y no me va a quedar otra que aceptarla.

No he podido resistir y me la he vuelto a leer la orden esta mañana, en mi despacho de verano, ni terracita recién limpiada ayer a chorro de agua a presión, que tan fuerte le dí que creo que he llegado a los cimientos de la casa, porque el suelo está frío aunque las temperaturas no bajan de 36º.

Lo he leído y me he dado cuenta que todo es mentira, que por mucho que se les cansa la boca de decir que van a intentar facilitar las cosas a los padres y los profesores el curso se presenta muy complicado.

Empezando por lo absurdo de obligar a llevar mascarillas a todos a partir de los 6 años en cualquier sitio aunque haya distancias de más de 2 metros pero que después en clase 26 personas, ellos y yo no haga falta ni distanciamiento ni mascarilla, es decir entro en clase y les dejo que se las quiten, salgo a la calle y les obligo a separarse y ponérsela.

Se van a crear pequeños grupos de convivencia que no van a respetar las distancias, claro como todos los niños son huérfanos  y viven en clase, no se relacionan con nadie en el mundo pues la medida es genial.

Y así podría seguir toda la mañana contando la cantidad de cosas absurdas que he leído en los 85 pág que bien seguro dentro de dos semanas a el o la ( seamos políticamente correctos con la igualdad de genero ) que se le haya ocurrido todas las medidas decidirá que esas no valen y publicará otra nuevas que harán incompatibles estas y volveremos a empezar.

Por eso he decidido que este verano no voy a hacer como he hecho casi todos los años que llevo trabajando y organizar lo que se me viene encima. 

Voy a esperar a que llegue el cántaro de leche al mercado y cuando me hayan pagado por él pensaré en el siguiente paso, total con la que está cayendo a lo mejor me contagio o nos confinan y no puedo trabajar.

Aunque mucho me temo que no me van a dejar y los que están en esos despachos, lejos, muy lejos de donde yo trabajo, a esos les gusta el cuento de la lechera y como no van a ser ellos los que lo tengan que escribir me van a hacer reescribir el cuento las veces que les de la gana y entonces me enfadaré mucho, muchísimo y no seré la única y a lo mejor en vez de el cuento de la lechera termina siendo el comic de The walking dead donde cada uno hace lo que le da la gana o lo que puede con tal de sobrevivir.


2 comentarios:

  1. Totalmente cierto.A los que están en los despachos o se les manchan los zapatos de tiza, es decir no saben lo que se cuece en un suka

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  2. Señora maestra: Verá usted ocurre que eso que usted ahora detexta y exponem ocurre desde hace nucho tienpo en otras actividades. Recuerdo que con la llegada intensiva de la Informática y las Telecomunicaciones, había individuos que pretendian solventarlo todo con los elementos citados. Yo que viajaba España, Portugal y algunas de sus islas, me dedicaba a la investigación de asuntos turbios y estas flores del la "nuevas ciencias" prtendian solventarlo todo con vudeoconferencias e email. La tendenia duró poco y a mi gracias a Dias, me siguió sobrando el trabajo. Recuerde que "El número de tontos es infinito". Lo malo es que otros tengamos que soportar sus tonterias. De todos modos he oido por ahí aquello de: Paciencia y barajar. Saludos

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