" Puaggg "

Toma ya !!! Eso es comunicación y no la de la Real Academia de la Lengua !!

Pues yo no se si iría a esa tienda a comprar ropa o a descambiarla, porque tiene que tener un olor como mínimo a pescadería sin cámara frigorífica, vamos una guarrería total.

Y es que el tema de los olores es tan peculiar, yo no tengo muy buen olfato, me pongo colonia para que los demás la huelan porque soy incapaz de olerla, tampoco soy capaz de olor el butano o los aromas de los detergentes.

Lo que si huelo y sin problemas es los pies, el queso, el sudor, vamos unos aromas increibles y esos no son muy agradable que digamos.

Que papelón ir una tarde de primavera toda arregladita y ver en un escaparate unas preciosas sandalias en la cristalera, mirando las sandalias de tu vida ( de esa temporada )  te planteas la pregunta del millón, entro ?? me arriesgo a quitarme las botas, a 30 º a la sombra ?? Cuando en el tiempo decía que hoy iba a caer el diluvio universal y mis botas ahora mismo parecen una laguna, con los calcetines de cuadritos chorreando de sudor, oliendo como una fábrica de quesos curados ??

Madre mía que guarreria !!

Ahora que empieza el calor, que todos sudamos por todos los poros del cuerpo, también llega la temporaba de verano, de ropa nueva, te metes en un probador y empiezas a cambiarte de ropa en 1 mª y claro los sudores, el calor, el tufillo, que mal puedes quedar si al salir hay una cola de kms esperando para entrar, como disimular el olor que hemos dejado dentro??

Pues eso que con la llegada del calor y el destape generalizado, no solo dejamos que los demás nos vean, también les dejamos que nos huelan y eso a veces no gusta tanto.

Aunque lo que más asco me da en este mundo, es estar en una piscina y que llegue alguien  todo sudado y sin pasar por la ducha se meta en el mismo agua en el que estoy yo, puaggggg !!! me imagino que sus chorretones de sudor me rodean, que se mezclan con el agua que después pasa cerca de mi, o entra en mis narices y me dan unas ganas de vomitar que me muero, prefiero no bañarme, antes que compartir algo tan intimo y personal.